16 de junio de 2017

UNIÓN PERDIÓ 1 A 0 ANTE HURACÁN


Huracán ganó un partido que puede valer la categoría: 1 a 0 a Unión con gol de Romero Gamarra. Marcos Díaz fue clave para bancar la victoria. El triunfo de Temperley ante San Martín obligó al Globo a sacar los tres puntos para no caer en zona de descenso.
En Parque Patricios se comieron todas las uñas, miraron mil veces el reloj, le gritaron a Juan Pablo Pompei que pitara el final, se angustiaron, sudaron, le rezaron a San Marcos Díaz... El triunfo por el gol de Romero Gamarra bien puede valer mantener la categoría al final del torneo. Huracán ganó su primera final, el partido en el que no se podía permitir dejar puntos porque significaba caer en la zona roja, la que ningún Quemero quiere ver pero que pasó raspando.
Los jugadores salieron tensos a la cancha. Ese estado de ánimo se potenció cuando se enteraron que Temperley le ganaba a San Martín en San Juan y más cuando supieron de la victoria gasolera. Era vencer o bajar la línea del descenso. Por eso, ese derechazo del Kaku es invalorable.
Los nervios se apoderaron de los futbolistas locales y se tradujeron en imprecisión sobre todo en el segundo tiempo, cuando Unión tomó la pelota y, con más amor propio que fútbol, fue por el empate, que hasta último segundo merodeó por el Ducó con una palomita de Erramuspe.
Una vez más el arquero fue clave: lo de Marcos resultó determinante con sus atajadas al filo de la angustia y de los palos.
El alivio es impresionante. Claro, que la batalla no está terminada. Restan dos partidos para los de Azconzábal y la imagen que dejó el Globo es la de un equipo vulnerable y con poca contundencia (Mendoza no puede permitirse volver a fallar un mano a mano como el que dispuso ante el arquerito Castro).
Hubo otros contratiempos, como la lesión del ingresado Rolfi Montenegro (salió con un problema en la rodilla izquierda). Un problema cuando los tiempos para el próximo partido (el jueves ante Lanús en la Fortaleza) son cortos.
Aunque en un escenario como el que afrontó el Globo este viernes nada importaba más que ganar. Y esto no lo va a discutir ningún hincha, incluso un lírico como Angel Cappa, que estuvo en la platea.